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Humilde petición

La verdad saliendo del pozo , Jean-Léon Gerôme, 1896 A Melva   Dígame — tan solo — dónde está cómo — y mirándome de frente — por qué lo mataron Rodee la verdad aplácela bifúrquela pero la tendrás que decir Ella te culpará no solo por lo que le hiciste sino por ocultármela a mí a quien te la ruega sin la presión de un arma cargándose 2022 ___ Publicado en la Antología Digital Contemporánea Internacional   por la Paz y la Dignidad de las Personas La palabra en la voz de sus poetas IV (Editorial Experimental Mnemosine, 2023), con motivo del Día Internacional de la Palabra, dirigida por José Santiago.

El castigo y el bien

Adán y Eva expulsados del Edén, Gustavo Doré, 1866 La ley de la razón de Tolstoi es amar a los otros más de lo que se ama a sí mismo. Dice que, en tal atmósfera, el mundo sería feliz. Es una tarea complicada, desde luego, pero su complicación le brinda a la tarea un toque de enlace divino. Y no solo amar al prójimo; también cualquier tipo de empresa que sea difícil, que represente un castigo. Para Simone Weil, cuando un hombre comete un crimen, este lo lleva al margen del bien, y el verdadero castigo tiene la función de reintegrarlo al bien por medio del dolor. Así pues, el castigo de Dios sobre los hombres es el trabajo y la muerte. Si se padecen ambos maldiciéndolos, renegando su peso y evadiéndolos, el castigo no surtirá efecto: no reintegrará al bien que desobedecimos; si se padecen ambos consintiéndolos, amando sus pesares y sus maltratos, se obedecería a Dios, más precisamente a su castigo, y se entraría al bien en su totalidad. El castigo reintegra. Donde se sienta una obl...

Lo que se deja al futuro

Gente del futuro , Konstantik Yuon, 1929 Porque, no hay que engañarse, el tiempo concreto y real no es el tiempo «cósmico», sino un tiempo  vivido : el del  quien  que es cada uno, y, por tanto, es siempre un tiempo  mío , personal , irreductible al «tuyo» o al del «otro». Y es mío porque, en efecto, es el que yo «tengo» o del que yo «dispongo» —se entiende, para realizarme, para ser el que soy, o el que tengo que ser, o el que debo ser. Antonio Rodríguez Huéscar: Sobre el perder y ganar   Del tiempo «convivido», el de las generalidades históricas, el de los hitos globales, cuyo suceso marca una nación o a la humanidad entera, elegiré el tiempo específico, el de «Mañana no puedo porque tengo tal cosa». Infinitas son las maneras de disponer el tiempo, ya sea gastándolo, que es lo mismo que adelantarle la muerte a un moribundo, o aprovechándolo, que es pedirle resistencia para llegar al hospital y conservarle la vida con aparatos. En algún perío...

La «familia»

Brett Ryder A R.   Ocupamos dos asientos, casi diagonales al frente del escenario, con solo un pilar obstaculizando nuestra vista [1] . Empezó el show , se apagaron las luces, el señor al lado mío me tomó confianza y me compartía sus impresiones del momento, y mi acompañante, a las primeras gracias del presentador y de los artistas, no hacía sino verme, como esperando que riera para ella reír... Ante mi provocada seriedad [2] , ella volvía la cara... Otra maroma: el voluntario al que le tiran los cuchillos con la cabeza cubierta. Por fuerzas mayores me reí [3] . Mi acompañante, en cambio, se asombró; mas al notarme riendo, también se ríe y con ganas... Hasta que le dije, algo malhumorado: «Mire pa’llá; no se preocupe por mí», dejó de hacerlo. Con este episodio introduzco la dependencia a la «familia». No a una biológica ni profundamente sentimental; a una institucionalizada. Hablo de quienes se han creído el cuento de que le deben su vida a una universidad, a una iglesia, a u...

Destitución

Fotografía: Presidencia Patricia Ariza no pudo «Morir lo necesario, sin exagerar», en el Ministerio de Cultura; sintió el ramalazo la noche del 27 de febrero, escuchando la alocución del presidente. Los otros ministros, o ya se lo olían —Gaviria— o ya se lo notificaron —Maria Isabel—. La exministra pasó del X Encuentro Internacional Nadaísta a la noticia de su destitución. Y con menos de un año en el puesto, los que van a relevarlos tendrán «nuevas energías» para adelantar las reformas... Ni que los salientes, apenas acomodándose a la carrera de relevos, se hubieran cansado tan pronto. Yo, un distraído de la política, que según los comentarios de gentes o televisores ahondo en el último rifirrafe, como mucho supe de la exministra el «original» nombramiento de Ivonne como directora del Archivo General de la Nación. Las comillas obedecen a que, si bien decir matria sulfuró a la Cabal y a Rafael Nieto, me cuestiono si las diosas del Olimpo conocen nuestro paraje y, en especial, estuvie...

En torno a la pérdida

El nomadismo de la vida se topa con el muro de la muerte, que lo para en seco. Las ausencias de amigos, que en un tiempo fueron confidentes y portadores de voz, ponen un cerco a la anchura de lo que pudo ser un gran episodio compartido. Los límites se presentan y configuran nuestra relación con las cosas. Tengo que saber hasta dónde puedo ir y cuánta energía gastar para emprender el viaje. El límite es certeza. Entre el límite y la pérdida se esbozan correspondencias que no puedo determinar con rigor, mas ¿qué es la pérdida sino un límite reclamando su soberanía? « De en medio de la fuente de los placeres surge algo amargo que en las mismas flores nos atormenta». Ese algo lo materialicé con una vivencia: la del amor. Siendo exacto, la de la duración del amor. ¿Cómo extenuar el presente sabiendo que se acabará, y no él solo, sino que llevará consigo una persona, unos afectos y una condición irrepetible? Esa traba en el suave desenvolvimiento de las acciones, ese abstraerse de lo que...

Mi secreto

La mujer nos vio tocándonos la cara con la punta de los dedos, en la antesala del baño turco, y repitió la operación: —Hay que activar la piel cada tanto para que rejuvenezca. Más que todo las paticas de gallina y en el cuello... De abajo para arriba es lo recomendable: la sangre tiene que ir al corazón. Lo mismo con las manos y toda la piel. Adentro, como está aromatizado con plantas, lo limpia a uno de suciedades y malas energías. Yo antes de pandemia no faltaba ni una semana. Esta es la primera vez que vengo después del encierro. Mis amigas y yo nos metíamos a orar, nos exfoliábamos con cremas y azúcar, mejor dicho, salíamos como nuevas. Eso es bendito para que no se note la vejez. Y ¿sabe qué otra cosa es bendita? ¿Ustedes han escuchado al médium Carolinus? El señor hace entrevistas a las almas de los muertos. Ha entrevistado a Celia Cruz, a Pelé, a Cantinflas; ha entrevistado a mucha gente. Él les lanza preguntas y ellos le responden. Yo una vez vi en su página y entrevistó a un...

El dolor de la moda

Iván Erre Un joven esperaba a su abuela, tras señalarle la fila preferencial para hacer el segundo pago del pasaporte. Ella entró y él se plantó a la salida. Echó un vistazo a los edificios de La Alpujarra y a los que, por vestir elegante, entrarían a esos edificios. Hora: ocho y media de la mañana. Madrugaron: a la abuela no le gusta llegar tarde a las citas. Pasaba el tiempo y el joven detallaba el monumento de Arenas Betancourt, cuando la abuela se le apareció, con la nariz roja y sangrándole: se tenía que quitar el pirsin para la foto. Ella se estancaba la sangre con un papel: forzó la sacada, se lastimó y quien la atendía le dijo que saliera, que no hay afán. La gente de la fila, los celadores y los engalanados, de paso, se enteraban de la función. Una señora, que esperaba a su esposo con su hija, calmó a la abuela, hablándole despacio y regalándole un pañito húmedo: «Tranquila. No es nada. Intentemos hacerle fuerza». Le subían la punta de la nariz para ver dentro y, al intent...

Peripatéticos de Juan Frío, Inauguración y Mineral

Extracto de Mineral Peripatéticos de Juan Frío Dulzores por cuadro de tierra. Sé de quién es esa ropa. ¡Cómo no! ¿Miden las autoridades el humo legalizado, viajero? Sé de quién me preocupo: reconocí la horma de su gritar cuando lo torturaban. *** Inauguración naciste Lammers una calidad el imposible apariencia en mi escuela y de miércoles la multitud presencial coloreando intrigada *** Mineral ínfulas conque Libia propón bajeza o Girardota lor inacabado temporal endiosamiento niega la bonhomía escupe la limerencia ora ruindad ora desdén homínido ora Toronto ___ Ouroboros : «Signos expandidos», San Cristóbal, Antioquia, Colombia, no. 29, enero 13 de 2023.

El sacrificio

Eduardo Davad   Mauro, esperando el metro, se propuso, firme y veraz — contadas ocasiones lo hacía — formarse un límite y seguirlo. « Es hora de encontrarme. Obedeceré una vida. Mis antepasados existieron sin entenderse con uno. Pero yo, conscientemente, hablo . La mía será especial. Una ciencia o una religión. (Apuesto a que mis vistas me engañan. Debe de haber otros antes que yo, preguntándose sobre lo que me preguntaré) » . La voz de la estación informó que el tren se demorará. Lluvias o algo por el estilo. « Si llueve, las piedras trituradas se mojan y el río crece, crece mucho » . No se asomó a ver las piedras. Tomó asiento y, poniéndose las manos entre los muslos, continuó: « Soy Mauro, de La Estrella, Valle de Aburrá, Área Metropolitana, Antioquia, los Andes, Colombia, Suramérica... Son las ocho del 24 de septiembre de 2022. Mi madre y mi padre son de acá y yo moriré — lo más seguro — acá. Esta ubicación de espacio y tiempo me afirman en donde estoy. Al pensar deberíamos c...

Goterones deshilados

Ritmo 1 , Robert Delaunay, 1938 Viernes, 18 de noviembre de 2022     Entendiendo el fin de año, o diciembre  — que viene desde octubre; para algunos desde agosto — , como un fin de periodos, como un cerrar etapas, un tiempo descalabrado que busca renovarse con nuevos meses y propósitos, me concentraré en lo que la muerte  — sí, morimos con el año que se va —  puede contribuir a mis notas. La promoción singular se debe a que  « Es en virtud de la muerte que mi existencia es verdaderamente mía »  (Krasnova). Pensar a mitad de año es pensar con los rines sin desgastes valiosos. Hay un sentimiento colectivo que me revuelve en la populosa dinámica decembrina, pingüe en destellos y maromas de payasos barriales. Es el ahora indicado para echar cuentas: inicié el año con tres objetivos: aprender a bailar salsa y a bailar tango, y cruzar las fronteras de los municipios que vislumbraba desde el rincón del mío. Las dos primeras, a la hoya: no me muevo ni para...