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Pelao

Maria Susana Lopez

¿Descansas ahora que me dejaste, muchachón? Es lo que deseabas. Pasamos lo que teníamos que pasar en las condiciones climatológicas propicias para grabarnos con fuego eso que nos pasó. Y maldigo mis días como maldigo mi préstamo en ti. ¡Boba! Te safistice, te inventaba comidas, te defendía de tus detractores beneficiando a los míos con mi exposición en la palestra y me vienes con dos malabares y me dejas tirada en un terrero sin amistades, sin historia, sin baldíos qué poblar.

¿Imaginaste algo conmigo? No, no caeré en la misma trampa arreglada con mis gustos y mis que manejaste a tu voluntad de cortés niño mimoso, el de los mimos que me atraían a resolverlos... Me absorbiste, pelao, me amarraste feo. Y las suturas y los algodones se ensangran; tú me dañaste, hombretón... Me deshicieron tus cachos y tu mamá congelando mi nombre en un papel amarrado con un lazo en el refrigerador... 

Tu perra madre...

Yo caí enterita, a costa de mis proyectos, en los que tú le compartías a tus amigones como si ellos le asolearan diario los desperdicios; yo era el cesto que buscaba la pelota por la cancha, por los vestuarios.... Pero ¿sabes qué es lo peor, hombre mío? Que si me lo pidieses... me detendría a escucharte decir que volvamos... y no dudaría un minuto en tirarme al cañón de luz de tu repulsa.

 

Itagüí, mayo 14 de 2023


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Fanzine Disparates (Santiago de Cali, Colombia y Toulouse, Francia), núm. 12 (julio de 2023).

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A cat standing on it's hind legs , Louis Wain Eran las ocho en punto: saqué la arepa, el quesito, el huevo, el tomate y la cebolla de la nevera y me puse a hacer el desayuno estirándome a ratos, bostezando como si un diablillo apretara el botón de bostezos recién acababa de cerrar uno, y escuché las voces afuera: los niños de la del tercer piso yendo al colegio. — ¡Mami, mami gas! — ¡Gabriel, córrete, no pises eso! — Y se dirige a la amiga de enfrente — . Mana, ¿es del tuyo? — ¿Del tuyo qué? — Pues esto. — No, qué va ser mío mana. Abrí la puerta y era, para el gusto del ayuno y los dolores musculares, un charquito ya estancado de bilis con dos grumos de hojas; la bilis se detuvo terminando la escala y se estancó a lo largo del borde. Por lo menos los pasitos de los niños ni de la regañona le dieron arabesco de suela; pero el artífice de la sopa, el dueño de esos deshechos gástricos, el gatico, maullaba, queriendo entrar a mi casa, bregando a abrir con su tozuda cabezita...

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