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El bastión

Anadolu Agency, 2024


Arrugas vino tinto del entrevistado, cierta formalidad en el muro y en la bandera, unas declaraciones templadas, distantes a lo repetitivo, sobre la dirigencia contra los colonos.

Y los luchadores en Yenín visitando, cada día, la maqbara, a los que le acompañaron la muerte, viendo a los caídos, como si comunicasen de sus ojos a sus pies y de sus pies a la tierra el porte que tenían cuando sus avisos presintieron, seguridad fraguada en carnes conocidas, la incursión.

La madre recuerda a su hijo retratado y sale a dirigir el lente, como invitando a un nuevo por lo viejo, alguien que necesita de ella hacerlo ver y captar un motivo, al manchón ahora verduzco donde cayó; y la camioneta, parqueada sobre su cabeza, o antes, manifestando que no es su culpa, que pronto se irá a ser onda expansiva en un valle; la forma enfocada, el tiro en el vientre, la longitud del pecho a la cadera, un video donde baila al compás de un hasta luego, el ser memoria, un cartel donde los entrenados irán a verse, cuadro que captará los segundos como hombres pasados, y dará la hora exacta, algo tumultuosa.

Un rezo abarcará a los mártires el día de la liberación.

 

El Pedregal, julio 4 de 2024


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Acuarela, Neuquén, Argentina: Editorial Atelier, núm. 8, julio de 2024.

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