cuidado si escuchas
una de las tonantes pisadas
del niño
en la deshonra y la invasión
el estrépito de colmillares
la aventurera bala en
servicio
de un remedo obediente y
acorazado
hinca la siesta al aullador
a la sombra cuya espalda
fue al exilio con menos que
el despojo
repartido con quienes lo
reciben
la puerta cerrada y el espejo
colgado
trayendo en sí la época
el estruendoso repetir
misiles
que contrabandean la pax
reaccionaria
establecida a escaños
y llenando de hambre no su
declaración
del hueso al hierro
a la viga caída un naciente
en espera
de velar la calma negada a
generaciones
el llamarse por largo tiempo
sin sospechas de terrorista
por habitante
engreído defensor del único
heredo
contra el atropello y las
causas todas de kanafani
la constante emancipación
vivida entre corazas y rodajes
El Pedregal, julio 24 de 2025
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